Hace tiempo que no escribo nada, cierto es que he estado muy liado y parece que tengo el blog super abandonado, pero eso no es cierto, lo tengo en la cabeza y quiero escribir, tengo un articulo pendiente de unos vídeos que intentare subir en esta semana.
Bien, este post no es solo para decir que hace tiempo que no escribo, porque eso se percibe sin tener yo que decir nada.
Pues bien, desde siempre los números me han llamado la atención, ¿Que son los números?
A mi entender los números son una idea abstracta que hemos convertido en herramienta básica del conocimiento. Me explico, los numero (1, 2, 3...) por si solos no significan nada, es una representación cuantificada de elementos reales, por lo que el numero en si, el dibujo no es mas que una simbologia, una representación de la realidad.
A lo largo de la historia de la humanidad, la simbologia siempre a existido, es una forma de buscar tranquilidad y armonía dentro del caos que es el todo, nos permite agrupar elementos dispares, me explico, gracias a los números podemos contar, no solo un tipo de cosas sino cualquier cosa.
En fin, que me enrollo mas que una persiana, la simbologia siempre ha estado y los números siempre han tenido una gran significado, algunos mas otros menos, ya he hablado anteriormente del numero 42, un mito que consiguió generar misterio dentro de un colectivo, empezada por un autor.
Pues bien a lo largo de la historia el numero 100 es muy significativo, aquí hay algunos datos que para mi son muy interesantes sobre el numero 100.
100 Compuesto: 22 ∙ 52 = 102
. Es el cuarto holopotencial de tercer grado, es decir, algo así como el
Tetraktys cúbico (v 10): 100 = 13 + 23 + 33 +
43.
Además, es el décimo cuadrado, y
el 7º término de la serie de Bode, asimilable a la distancia de Saturno al Sol
(que, en la realidad, es de 95,5 unidades astronómicas).
Prácticamente todas sus
propiedades derivan de la “redondez” que le confiere la base de numeración
decimal. Se habla de la Guerra de los 100 años (que no fueron 100, pues duró desde
1337 hasta 1453), del tributo de las 100 doncellas, o de los 100.000 hijos de
San Luis (que también fueron muchos menos, unos 35.000). En las escrituras se
habla de los 100 años que tardó Noé en construir el Arca, de los 100 años de
Abraham cuando engendró a Isaac, la edad de Sem (Gen 11,10), de los 100 pleitos
(por cierto: el cabalístico de MDVN, ‘contienda’, es 100), de los 100 ayunos
del rabí Zira, de los 100 profetas escondidos por Obedías (I Rey 4,13). 100
codos medía el Templo en la visión de Ezequiel (Eze 40,19), 100 eran las ovejas
en Mat 18,12 y Luc 15,4, etc. etc. Siempre se trata de aproximaciones que
denotan “gran multitud”, como cuando se pregunta: “¿Qué podrá una oveja contra
100 lobos?”, La hecatombe era un sacrificio de 100 bueyes (hekaton-bous)
ofrecido por los griegos en casos realmente excepcionales. Uno de ellos fue el
descubrimiento del teorema de Pitágoras (no olvidemos que 100 es número
pitagórico, al ser 102 = 62 + 82).
En mitología griega, 100 eran las
cabezas del dragón inmortal hijo de Tifón y Equidna, dominado por Hércules en
su undécimo trabajo para apoderarse de las manzanas de oro del Jardín de las
Hespérides.
Sin embargo, la precisión se
alcanza en las divisiones centesimales, abundantísimas en las ciencias. 100º es
el punto definicional de ebullición del agua en la escala centígrada. En 100º
se divide el ángulo recto en la graduación centesimal, y en esta misma cada
grado tiene 100 minutos y el minuto 100 segundos... que son las mismas partes
en que el calendario republicano francés dividió la hora en 1792. Y, por
costumbre, nos referimos habitualmente a un total por percentiles o porcentajes
(%). El deseo de redondez inspiró también a los creadores del medieval “Consell
de Cent” catalán… que, abolido posteriormente, originaría, según se dice, la
despectiva costumbre de referirse a los servicios higiénicos como “el número 100”.
Los siglos o períodos de 100 años
son ampliamente utilizados en la historia y en la vida, y antiguamente se
distinguía entre el saeculum naturalis (identificado con la máxima duración de
una vida humana) y el saeculum religiosum (período entre juegos seculares).
Incluso los 100 días, desde el
último gobierno de Napoleón (20.3 al 22.6.1815) son juzgados un período en el
cual un gobierno debe haber delimitado ya su política sin ser importunado.
En Gematría, el 100 es
identificado con la hebrea Qof (Q), la griega Rho (ρ) y la latina T (en textos
modernos, la S). Una libra por galón imperial son 99,779 g/litro. El quintal métrico
(qm) son 100 kg. En juegos de lotería terminados en este número, es “la
muerte”.
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